domingo, 9 de diciembre de 2012

Y hay Trinos de Muertevida


El rayo y la sangre, lo aprendí, son una y la misma cosa…
René Char  


La idea de la catástrofe, una catástrofe silenciosa,advertida apenas, pero inevitable.
O bien las microfracturas psíquicas,las microfracturas de un alma…
Carlo Bordini, «Microfracturas»


COMO esperar en vano esa llamada,
a tu puerta, de un ser que ha de cambiar tu vida, o
aguardar la campana del final, y dejame hablarte
del graznido
de un ave rojísima volando
dentro de tu fiel costillar, o acaso sea aquel
fingido vendedor de claveles que cruza
la esquina, y sólo atinarás
a guardar un pálido silencio
mientras allá lejos,
en el perdido paraíso,
grandes hojas de palma
ondulan junto al mar

y el marino recorre borracho la escollera
y la vida, esa noche, clausura su último
resquicio
y tu silbido (que no oís) te impide percibir
a un alguien que ruega tu ayuda.
Martin Pescador extraviado
que sin deseo mira al pez
prendido de su pico.

La idea de la callada catástrofe te acosa sin descanso.
Sabés que habrá de llegar con pasos de felpa.
Quisieras recibirla limpio, con mentida valentía.
Tu alma, sus fracturas, se ocultan en la sombra.

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